domingo, 26 de diciembre de 2010

Los 5 Niveles de Interferencia Alienígena

Por el Dr. Malanga.


Existen cinco niveles de Interferencia Alienígena, entre los cuales, precedentemente a mi trabajo, era conocido solamente el primero.

El primer nivel de Interferencia Alienígena describe la abducción como fenómeno invasivo, en el cual algunos seres, generalmente pequeños y de color gris oscuro o negro, a veces azul, toman al sujeto y lo conducen a un ambiente tecnológico donde resulta sometido a operaciones quirúrgicas en una especie de mesa operatoria, ya sea en hombres como en mujeres les viene implantado un microchip de control.

Esto es lo que aparece claro entre todo lo que ha sido expuesto por diferentes estudiosos americanos.

En realidad las cosas son un poco más complicadas.

Existen, de hecho, al menos doce razas alienígenas diferentes que tienen que ver con la humanidad y a pesar de emplear técnicas distintas, al final buscan lo mismo, como se verá más adelante.


LAS «RAZAS» ALIENÍGENAS

Cada una de estas razas tiene a disposición seres pequeños, definidos genéricamente «Grises» o EBE (Entidades Biológicas Extraterrestres, como resulta en algunos documentos de la CIA desclasificados con el FOIA), que pueden ser considerados como «cyborg», es decir verdaderos robots biológicos, obtenidos por clonación.

Como hemos señalado, existen diferentes tipos de Grises, los cuales son descritos de manera similar, pero poseen distintas características morfológicas, como, por ejemplo el color de la piel y la altura. Estas vienen descritas con precisión durante la hipnosis y difieren según la raza alienígena con la que se esté tratando.

Ya desde las primeras sesiones hipnóticas resultaba claro que las descripciones del aspecto de los alienígenas no eran coherentes con la hipótesis de una sola raza: o los sujetos bajo hipnosis inventaban descripciones iguales en la substancia, pero diferentes en los detalles, o si no, existían diferentes tipos de alienígenas, parecidos pero no iguales.

Las descripciones han sido examinadas en los mínimos detalles, para sacar indicaciones lo más seguras posible. Por ejemplo, luego de un atento examen cruzado de los testimonios y del estudio apropiado de las preguntas a hacer a los abducidos durante la hipnosis, los seres azules que se parecen a los grises pero más altos (150 cms. en vez de 100 cms o poco más) resultaron ser, en realidad negros. Responsable del color azul resultó ser la iluminación azul de la sala operatoria en donde estos seres acompañan a los abducidos. La piel de estos «Grises altos», que trabajan sólo con alienígenas sauroides (se hablará más adelante) y están ausentes en todos los otros contextos, es, de hecho, de color negro traslúcido y refleja las luces ambientales, asumiendo la coloración (negro y azul, combinados).

Cinco, de las doce razas alienígenas de las que se habla, estaban presente en el territorio con más frecuencia que las otras (entre éstas están tal vez las cuatro razas a las que hace referencia el coronel Philip Corso en el curso de su libro intitulado «El día después de Roswell»).

En realidad no se debería hablar de razas, sino, más apropiadamente de, grupos de poder.


I grupo de poder:
Humanoides de 6 dedos


Forman parte de este grupo seres que aparentan ser mamíferos (mamiferomorfo), altos, mucho más que nosotros (aprox. 2,40 mts.), de carnes blancas, cabellos blancos largos, con seis dedos en las manos y con ojos azules claros (celestes) con pupila vertical. Estos seres están generalmente vestidos de blanco, llevan colgando del cuello un medallón redondo con una especie de símbolo triangular y parecen ser originarios de una parte del Universo caracterizada por dimensiones espacio-temporales diferentes de las nuestras.

Aparentemente están dotados de un cuerpo (masculino) igual para todos. La parte del Universo de donde provienen no prevé la existencia de cuerpos físicos y aquello que a nosotros nos viene mostrado pareciera ser una suerte de «hábito», construido con una maquinaria que serviría, a los integrantes de esta raza, para poder entrar en nuestro sistema dimensional, de lo contrario estarían impedidos por las leyes de la física y de la geometría, es decir que lo hacen para poder interactuar con nosotros.


II grupo de poder:
Humanoides de cabello anaranjado


Otros, también mamíferomorfos, tienen los cabellos claros, color anaranjado/caoba (de hecho son generalmente definidos como Orange), tienen aproximadamente 2 mts. de estatura, tienen la pupila con tendencia vertical, cráneo alargado que se reduce progresivamente sobre los lados partiendo desde la frente (como la proa de un barco), piel bronceada, cinco dedos en las manos y están vestidos con trajes adherentes color azul oscuro. El traje está caracterizado por una insignia con forma de dos triángulos entrelazados, puesto en el pectoral izquierdo. Estos alienígenas parecieran provenir de la constelación del Toro (por lo tanto los llamaremos taurianos) son definidos a menudo como «bellos» y entre ellos hay machos y hembras.

Es importante hacer notar que prácticamente no existen casi nunca Interferencias Alienígenas en donde el abducido señale la presencia contemporánea de dos razas diferentes: las operaciones son realizadas casi siempre por una raza a la vez. Las labores aparentan ser diferentes, pero el objetivo final pareciera ser el fruto de un único proyecto común.

Parece, de hecho, que los Orange poseen el mapa genético detallado de la humanidad, o de todas maneras sepan distinguir los seres humanos que son elegidos para las abducciones, de aquellos que son descartados, porque no poseen esa cosa que les sirve.

Por lo tanto, son ellos «aparentemente» los primeros en intervenir en el arco de la vida de un abducido.


III grupo de poder:
Humanoides de un sólo ojo


Todavía más arriba, en una informal escala jerárquica, parecieran existir seres mucho más antiguos, muy altos, a menudo vestidos con trajes oscuros adherentes, que los abducidos dicen no haberlos visto nunca directamente, pero que han percibido como si estuvieran detrás de una pantalla (por lo tanto, es difícil establecer la altura exacta, aunque por algunas consideraciones, no expuesta aquí para ser breves, puede ser estimada en alrededor de 3 mts).

Estos seres tienen ojos redondos y casi blancos, y poseen un apéndice en el mentón que los hace semejantes a hombres barbudos, esta característica solamente en los machos, las hembras aparentan no poseerlo. Además tienen dos huesos escapulares muy pronunciados que, quien los ve de frente, recuerda erróneamente, grandes alas replegadas en la espalda.

Algunas veces ha sido notada, en el centro de la frente, la presencia de aquello que aparenta ser su verdadero ojo, muy luminoso (los llamaremos por tanto «Monóculos»). Tienen tres dedos más uno opuesto, delgados y arqueados como los de un pájaro. Los Monóculos cuando se mueven, parecen dotados de poderes telequinésicos y no están acá con nosotros, si no que transmiten sus mensajes a los otros alienígenas desde lejos, con medios tecnológicos.


IV grupo de poder:
Sauroides


Forman parte de este grupo seres de naturaleza sauroide (lo llamaremos «Sauroides», aunque erróneamente son llamados «Reptiloides» en la ufología contemporánea).

Aparentemente existen dos tipos de Sauroide.

  • El primero, y más invasivo, tiene 2,80 mts. de altura, tiene cinco dedos en manos y pies, más, en el antebrazo, lejos de la mano, una uña picuda similar al dedo que los gatos tienen en las patas posteriores, pero con una estructura quitinosa muy dura.

    La piel que siempre parece húmeda y traslúcida, es de color verde-marrón y vista de cerca, parece dotada de escamas, las cuales examinadas atentamente resultan más blandas de lo previsto.

    La piel se vuelve progresivamente roja en la zona del vientre y en las yemas de los dedos y en aquellas zonas de la piel más delgadas se puede ver fluir o circular una linfa roja, sobre todo cuando el alienígena pareciera comportarse en modo colérico.

    El cráneo, a los lados, está caracterizado por la presencia de dos superficies córneas, redondeadas y poco emergentes, mientras que en el centro hay una estructura más blanda, bajo la cual se ve pulsar la linfa, esta estructura asemeja a una espina dorsal en relieve y recorre bien en evidencia, todo el largo de la cabeza, del cuello, del dorso y la gran cola. La grande y gruesa cola viene utilizada como tercer punto de apoyo cuando el Sauroide está en pie quieto sobre sus dos cortas y gruesas piernas. Los dedos de las manos y de los pies son abundantemente palmados.

    Disponemos de pocos datos anatómicos sobre la lengua, que aparenta, sin embargo, también esa ser gruesa y además bífida.

    Los ojos tienen un sub-párpado (membrana nictitante) que va en diagonal, de abajo hacia arriba y de la nariz hacia afuera. Las pupilas son verticales y el iris cambia de color, del amarillo verdoso al rojo vivo, aparentemente según el humor.

    Las orejas son inexistentes, mientras el oído pareciera poder cerrarse a comando.

    El aspecto general viene descrito como aquel de un «dragón» o a veces como el de un «cocodrilo en pie», aunque el rostro (¿o el hocico?) es redondeado como el de una serpiente, con los labios finos y las narices puestas en el fondo de la pared nasal, pero laterales al puesto de frontales como las nuestras. Hay relatos sobre «dragones» de varios tamaños y aparentemente éstos dependen de la edad, es decir que ellos continúan creciendo siempre, sin un verdadero límite máximo.

    Se trata de seres anfibios, entre los cuales no es evidente la presencia de sexos, y vienen descritos siempre junto a otra especie, aparentemente una especie subordinada.

  • El segundo tipo está representado por Sauroides sin cola, altos 2 mts. aprox., con piel traslúcida, ojos como bolas que confieren rigidez a la mirada (por eso los llamaremos «Ranas») y dientes verticales, largos y finos, que hacen recordar a los de las ballenas. En la cabeza tienen como pequeños cuernos, que de lejos, hacen recordar unas crines cortas, pero no se trata de cabellos si no de muchas protuberancias córneas juntas. Estos seres son tan símiles uno del otro que hace imposible la identificación de diferencias, aún cuando se ven muchos contemporáneamente; están caracterizados por un atuendo semejante a la divisa de los militares nazis de la última guerra mundial.

    Tampoco entre ellos se nota la presencia de sexos.


    V grupo de poder:
    Insectoides Mantide


    Forman parte de este grupo seres de tipo insectoide, similares a nuestros mantodeos —mantis o mantidae religiosa (tatadios, santateresa - por eso los llamaremos «Mantide»)—, de color verdoso, con cuerpo quitinoso, que caminan con los miembros posteriores. Los miembros anteriores los tienen como si estuvieran rezando, casi con las manos unidas; tienen dos dedos, más un dedo diferente (que parece opuesto). La boca es muy pequeña y la cabeza, con grandes ojos oscuros, es a menudo mantenida hacia un lado. No se sabe con seguridad si tienen otro par de pequeños miembros intermedios entre los superiores e inferiores.

    Existe otra raza de seres mamíferomorfos, de los cuales es necesario hablar en este tratado, porque resultan ser seres no clones, sino esclavos (así los definen a menudo los abducidos bajo hipnosis) de propiedad sauroide.

    Se trata de seres pequeños (que llamaremos precisamente «Esclavos»), con piel muy arrugada, el cuello largo y con músculos que hacen doblar y rotar la cabeza (equivalentes a nuestro esternocleidomastoideo) muy en evidencia, la boca pequeña con labios de diferentes espesores (el superior es visiblemente más pequeño que el inferior) y los ojos oscuros y húmedos.

    Los dedos de las manos aparentan ser cinco.

    El cráneo con forma de corazón es típico, de hecho está desarrollado en modo invertido, pero presenta un surco en el centro de la frente, que desaparece gradualmente hacia la parte posterior (por esto los llamaremos también «Cabeza de corazón»).

    Las orejas son pequeñas y un poco puntiagudas en la parte alta.

    Estos alienígenas visten con hábitos no adherentes y tienen aproximadamente 1,50 mts. de estatura, han sido confundidos muchas veces con los «Grises» o con otros seres, encapuchados, los cuales tienen el nombre de «Jawas» y que, según mi opinión, éstos sólo existen en la ciencia ficción.

    En torno a los alienígenas hasta ahora descritos, fluctúan descripciones de otros seres con los cuales parecía, en un primer errado exámen, que los abducidos tuvieran menos que ver.

    El puesto de honor es para aquellos que la ufología americana llama «Seres de Luz», los cuales como veremos, son muy mucho otra cosa.

    Después de cerca de diecisiete años de esfuerzos, he estado redactado una especie de «bestiario cósmico», del cual ocurría reconstruir las acciones de los miembros para entender por qué están aquí entre nosotros.


    SEGUNDO NIVEL: INSERCIÓN DE MEMORIAS ALIENÍGENAS

    En esta sede no serán descritos los contextos y ambientes hipnóticos que han consentido alcanzar las conclusiones expuestas, ni serán dadas explicaciones técnicas, porque serían necesarios varios libros: me limitaré a exponer simplemente las despojadas conclusiones extraídas de las investigaciones.

    Dicho ésto, ha aparecido rápidamente claro que los mamíferomorfos tenían un problema que nosotros podíamos resolver: ¡buscaban la inmortalidad!

    A pesar de estar convencido que la inmortalidad se transformaría, a la larga, en algo increíblemente aburrido, soy consciente que no todos piensan de esta manera. El deseo de los alienígenas de no abandonar jamás esta vida y la determinación demostrada en el perseguir tal objetivo, me había dejado bastante perplejo sobre el grado de su madurez intelectual, pero proseguí en la pesquisa: tal vez me estuviera equivocando.

    Los abducidos que habían tenido contacto con estos seres, bajo hipnosis, reportaban unánimemente que los alienígenas vivían: «a través de nosotros, a través de nuestra mente».

    En este tipo de abducidos existía una fuerte dicotomía cerebral, que un psiquiatra de pacotilla habría fácilmente interpretado como esquizofrenia aguda; sin embargo analizando más profundamente la personalidad de estos sujetos no quedaban dudas sobre su total salud mental. Ellos se sentían a menudo diferentes, como si no fueran de este mundo, y tenían flash-back donde recordaban escenas de vidas pasadas e imágenes en donde obraban en un contexto alienígena, como si fueran ellos mismos alienígenas.

    Quedó rápidamente claro que en sus mentes existía una zona de memoria con acceso denegado, en donde estaban escondidos algunos recuerdos que contenían escenas de vida de un alienígena: nació la hipótesis de que fuera real aquello que resultaba de varias otras hipnosis, es decir que los alienígenas usaban el cerebro de los abducidos como depósito para sus recuerdos (en términos informáticos, una especie de sistema de back-up).

    Según tal hipótesis los alienígenas en cuestión buscaban la inmortalidad, que no pueden en realidad alcanzar, porque, a pesar de ser mucho más longevos que nosotros, mueren igualmente. Pueden, sin embargo, hacer sobrevivir todos sus recuerdos, metiendo en el cerebro de un niño terrestre toda la experiencia de la vida entera (hasta ese momento) de uno de ellos, el cual, después de ésto puede eventualmente morir.

    El niño con el transcurrir de los años, se convierte en adulto y cada tanto el cerebro muestra pequeñas señales de otra personalidad, creándole no pocos problemas existenciales.

    La memoria alienígena permanece de todas maneras inaccesible, a menos que se recurra a una especie de procedimiento-clave (similar al password de una computadora) capaz de abrirla y de liberar el contenido.

    Antes de la muerte del abducido utilizado para el back-up, los alienígenas vuelven y copian, si es necesario todo el contenido de la memoria en el cerebro de uno de ellos recién nacido.

    Éste dispone así de inmediato de la memoria, aparte que la del terrestre, la de su predecesor alienígena, por lo tanto se convierte en uno con él.

    Así su personalidad sobrevive, aunque el cuerpo muera, y se obtiene un sucedáneo de inmortalidad. El alienígena recién nacido no tiene que hacer experiencia, empezando de nuevo todo el proceso formativo, y al final, por dar un ejemplo, un alienígena (o mejor dicho su personalidad) antiguo de treinta mil años resultará formado por los recuerdos de seis alienígenas de cinco mil años cada uno, más un número elevado de memorias de terrestres usados para el back-up.

    El producto de la aplicación de la idea recién descrita es una sola personalidad en evolución, que utiliza muchos cuerpos en sucesión: una suerte de pseudo-inmortalidad que permite a los alienígenas conservar todas las características fundamentales de su pensamiento original.

    Rápido se ha constatado que el cerebro humano es preferido por los alienígenas como depósito para sus memorias. De hecho, a los abducidos, durante los secuestros, les viene repetidamente dicho que:
    «...vuestro cerebro es algo perfecto: las máquinas se rompen pero los cerebros humanos no...».
    Esto, es entonces, lo que significa la frase:
    «Nosotros vivimos a través de vuestro cerebro».
    La aplicación de una serie de astucias hipnóticas ha permitido encontrar la procedura-clave para el acceso a las memorias escondidas en el cerebro de los abducidos, poniendo a disposición un inmenso bagaje de información sobre los alienígenas, incluido su lenguaje.

    El procedimiento está examinado, ensayado, comprobado, aprobado y es reproducible en laboratorio sobre cualquier abducido.

    El estudio de los fonemas alienígenas está actualmente en curso, pero de ésto se hablará en otra instancia.

    Esa procedura-clave representa, indudablemente, un descubrimiento importantísimo. Para confirmarla he decidido verificar si, comportándose nuestro cerebro como una memoria no cancelable (propiamente dicho, ROM - Read Only Memory), en la zona de memoria de acceso denegado de un abducido existirían también trazas de las memorias de los «carrier», es decir rastros de los recuerdos de las vidas de todos aquellos que habían «transportado» la memoria alienígena en precedencia. De hecho, en el cerebro de los abducidos, debe estar presente la memoria de un sólo alienígena, compuesta de muchos fragmentos secuenciales, y además, las memorias de todos aquellos de quienes los alienígenas se han servido para el back-up. Es superfluo describir la satisfacción producida al haber logrado la confirmación de esta hipótesis.

    ¿El trabajo de Weiss, psiquiatra americano que con la hipnosis solicita los recuerdos de las vidas pasadas, debe ser por lo tanto, reinterpretado? ¿No existe la reencarnación, y se trata simplemente de memorias que, en realidad, no nos pertenecen, sino que son de personas que han vivido en precedencia llevando el bulto agregado de una memoria alienígena?

    Se ha vuelto claro a continuación que las cosas son todavía más complejas: otros alienígenas, en realidad van mucho más lejos del back-up de memoria.


    TERCER NIVEL: CLONACIÓN

    En los abducidos que había examinado, me ha sucedido de encontrar memorias alienígenas de Sauroides o de Insectoides: ¿como es posible? ¿El cerebro de un reptil o de un insecto es tal vez compatible con el de un humano? Probablemente la respuesta correcta es la siguiente. Una memoria alienígena de Insectoide se expresó, bajo hipnosis, de este modo:
    «Vuestro cerebro es más grande que el nuestro, pero vosotros no lo usáis todo: el espacio que vosotros no utilizáis es usado por nosotros. Los hemos creado así a propósito y en vuestro ADN existe el ADN, sea el nuestro, sea el de Sauroides. Es por ésto que somos bastantes compatibles».
    Durante la hipnosis regresiva emergían sin embargo, sea un ambiente sauroide que insectoide, y también relatos de varios espesores.

    Me pregunté, al principio, qué habría sucedido si un abducido utilizado para el back-up hubiera sufrido un accidente y fuese muerto de golpe: los alienígenas habrían perdido miles de años de información y con ellas, también uno de ellos. No se lo podían permitir.

    ¿Qué habríamos hecho nosotros en el lugar de ellos?

    Eso que era obvio hacer: una copia del cerebro del abducido. Sin embargo, para conservarlo en plena eficiencia, tendríamos que haber copiado todo el cuerpo.

    El cuerpo no sirve para mucho, pero es necesario para mantener en vida al cerebro, con su precioso contenido de información de vida alienígena.

    Durante la hipnosis regresiva aparecía, a veces, la descripción de la «habitación de la resonancia», de la «habitación de las matrioska», de la «habitación del cilindro metálico», todas definiciones adoptadas por varios abducidos para describir la misma situación, es decir el hecho de ser introducidos en un cilindro metálico del cual a través de un una especie de portila (ojo de buey) lateral, podían asistir a la formación, en tiempo real, de un cuerpo idéntico al propio dentro de otro cilindro, transparente y vertical, puesto en el mismo local: una verdadera «fotocopia» del abducido, comprendidas todas las informaciones contenidas en su cerebro.

    La persona involucrada, de frente a semejante visión, perdía la propia identidad y tenía frecuentes crisis psicológicas bastante difíciles de soportar.

    Parecía evidente que uno de los dos cuerpos venía conservado, por decirlo así, «en la nevera» de los alienígenas en un lugar seguro y representaba el back-up de reserva, mientras el otro venía devuelto a su hábitat natural.

    ¡Estas operaciones eran realizadas todas en ambiente subterráneo terrestre! (las respuestas a mi disposición sobre los motivos por lo que eso sucede son exhaustivas, pero no es el caso de tratarlo aquí).

    La pregunta más importante, a este punto de las investigaciones, era: ¿Qué es lo que traen de vuelta, la copia o el original? Nosotros habríamos conservado el original. ¿Y los alienígenas?

    Las memorias de la copia y del original eran evidentemente idénticas en todo y por todo, y no había manera de descubrir una diferencia que pudiera indicar la solución del problema.

    Parecía, sin embargo que los alienígenas tuvieran un punto débil en su procedimiento: el cilindro en donde introducían el pobre desafortunado era (en las primeras descripciones) horizontal, mientras que ese en donde se formaba la copia era vertical, por lo tanto si el abducido bajo hipnosis recordaba de haber salido por el cilindro vertical, se trataba de la copia. El abducido parecía recordar haber salido por un cilindro por donde no había entrado, ¡entonces aparentaba ser una copia!

    Era un error, de hecho; descubrí que existían cuatro habitaciones de cilindros, cada una con un preciso objetivo, pero en hipnosis algunos recuerdos se confundían o se superponían; seguidamente veremos por qué.

    En realidad volvía siempre el original, como hipnosis más profundas hicieron claramente comprender después.


    CUARTO NIVEL: TRANSFERENCIA TEMPORAL DEL ALMA

    Durante la fase de copiado del cuerpo del abducido practicada por los alienígenas sucedía algo muy extraño.

    El abducido describía una sensación, una especie de vibración que recorría su cuerpo; había mucha luz en el cilindro de metal, y luego algo se separaba y vibraba en el aire.

    En este punto el abducido describía la escena desde lo alto y veía ambos cilindros, aquel de metal y otro transparente, pero los dos verticales, con su original en el primero y alguna otra cosa en el segundo.

    ¿Qué era esta tercera posición visiva?

    A simple vista parecía imposible, aún sin entrar en inútiles detalles de atendibilidad y confiabilidad de las técnicas hipnóticas, cuando son realizadas con maestría.

    Por eso la necesidad de desarrollar un set de preguntas de control, para entender quién estaba en realidad respondiendo:
  • ¿El alienígena con su memoria?
  • ¿La copia?
  • ¿El original?
  • ¿Una de las memorias de los carrier?
  • El set de preguntas estaba compuesto por estas muy simples, del tipo:
  • ¿Cómo te llamas?
  • ¿Cuántos años tienes?
  • ¿Qué día es?
  • Mírate las manos y descríbelas.
  • ¡Pero las respuestas eran terroríficas!:
    Pregunta: ¿Estas mirando hacia abajo?
    Respuesta: ...No.
    Pregunta: Entonces, ¿cómo haces para ver lo que sucede debajo de ti?
    Respuesta: ...No estoy mirando hacia abajo, veo contemporáneamente por todos lados...
    Pregunta: Mírate las manos.
    Respuesta: ...No veo las manos.
    Pregunta: Mírate el cuerpo.
    Respuesta: No tengo cuerpo. (perplejidad).
    Pregunta: ¿Cómo te llamas?
    Respuesta: Nosotros no tenemos nombre...
    Pregunta: ¿Cuántos años tienes?
    Respuesta: ...¿Qué significa?
    Pregunta: ¿Cuánto tiempo hace que existes?
    Respuesta: ...Desde siempre...
    Emergía así, la existencia de seres que se definían «matriz de puntos de luz», que vivían «entre un tiempo y el otro», ¡y que se autodefinían como el Alma de los seres humanos!

    ¡Esa cosa que, poseyéndola, confiere la VIDA ETERNA!

    Ya: justo aquella que buscaban los alienígenas... Ahora todo era claro.

    El atento análisis de estos eventos me hizo comprender, en el arco de alrededor de un año, que los alienígenas, intentaban capturar nuestra matriz de puntos de luz y trataban de utilizarla para sus propios fines.

    ¡TREMENDO! Pero, por fortuna, parecía también, por lo menos en un primer análisis, que ellos no lo lograban, de forma «estable» o «por un largo período», a causa de una incompatibilidad de tipo biogenético entre ellos y nuestra Alma. El Alma era perfectamente consciente de estos tentativos y no le agradaba para nada, pero no podía, o no quería, hacer nada para impedirlos.

    Durante la hipnosis emergía la descripción de extraños campos de fuerza, que transportaban el Ánima dentro de un cuerpo alienígena, pero la unión duraba un tiempo brevísimo, luego se producía la separación total e irreversible, con relativa frustración del alienígena que no había logrado, una vez más, conectarse permanentemente con la matriz de puntos de luz, transformándose en un todo con ella.

    En nuestro ADN existe, de hecho, algo que nos hace compatibles con nuestra Alma, como aseveran, interrogadas a tal propósito, las mentes alienígenas insertadas en los cerebros de los abducidos: en el fondo, sólo se trata de preguntar a las mentes alienígenas, activadas mediante el correcto password, los contenidos de sus memorias.

    Es como mirar, sin dejarse ver, entre los papeles secretos de los alienígenas.

    La compatibilidad de nuestro ADN con el Ánima aclara por qué los alienígenas están tratando, con experimentaciones biogenéticas, de modificar su ADN volviéndolo similar al nuestro, es decir compatible con aquello que comúnmente viene a ser llamado «Alma».

    El Alma, al ser interrogada sobre cómo era todo ésto, fue clarísima: los abducidos, aparte de otros requisitos, tienen el Alma, que otros seres humanos no poseen.

    Además, «esa cosa» no la tienen todos los seres humanos, sino ¡sólo una minoría de ellos! (apróx. 20/25%).

    Finalmente se descubría que el Alma, una vez extraída del original, al no ser compatible con el cuerpo de los alienígenas, era instalada por pocos segundos en la copia del abducido dentro del cilindro vertical y luego devuelta al cuerpo original, el único verdaderamente compatible durante largo tiempo.

    Por lo tanto, el abducido no era despojado, sino por pocos instantes y cada tanto, de su esencia anímica.

    «El Alma no se puede copiar», dicen las matrices de puntos de luz interrogadas por mí en hipnosis.
    «Los alienígenas lo saben y es por ésto que tratan de usar las vuestras, pero tienen que modificar su ADN, si quieren conectarlas para siempre en sus cuerpos».
    Es por esto que los alienígenas hacen experimentos genéticos sobre la raza humana: sólo para crear una raza «puente» entre nosotros y ellos, una raza que posea aquella parte de ADN conectable al Alma humana.

    En ese punto, y sólo entonces, podrán arrebatar las Ánimas a los habitantes de este planeta, y tal vez de otros planetas, y se posesionarán de ellas para siempre.

    Este es el verdadero contenido del plan alienígena.

    Todos los abducidos decían las mismas, idénticas cosas, ¡todos, sin ninguna excepción!

    A este punto se podía empezar a decirle a ellos la verdad.

    Este era el secreto del Árbol de la Vida, de la Kábbala hebrea, de la construcción de la copia de los Faraones egipcios, del Kundalini hindú y de la búsqueda del así llamado Santo Graal, perpetuada por tantas sectas más o menos secretas.

    Todo se volvía muy simple: algo, al interior de nuestro ADN, era la sede de la vida eterna y los alienígenas, deseosos de alcanzarla, la buscaban en nosotros, que no sabíamos ni siquiera que algo por el estilo pudiera existir.

    El Árbol de la Vida del mítico Paraíso Terrestre, simbolizado en muchos glifos esculpidos en los campos de grano ingleses: ¡ésto es lo que buscaban los alienígenas en algunos, y sólo en algunos de nosotros!


    QUINTO NIVEL: PARASITISMO ENERGÉTICO

    Faltaba todavía un eslabón a la cadena: los antiguos Egipcios, describían la existencia del Cuerpo físico, de la Mente y del Alma, pero también del Espíritu.

    No se sabía de qué se trataba.

    Para hacerlo breve, evitando complicaciones inútiles, de la mente de los abducidos emergían, bajo hipnosis, rastros de recuerdos de vidas de seres alienígenas completamente diferentes a nosotros: Seres de Luz, de naturaleza diferente, seres que, si bien muy longevos, eran mortales porque, por cuanto se ha sabido, en todo lo creado, sólo el Creador y una parte de los seres humanos poseen el Alma.

    Estos Seres de Luz son, probablemente, aquellos que nuestra cultura mitológica define como «espíritus inmortales» y controlarían a los alienígenas responsables del fenómeno de los secuestros, los cuales, a su vez, controlarían los Grises «cyborg» que controlan la humanidad entera.

    Los Seres de Luz resultaban estructuras decididamente similares a eso que llamaremos «Espíritu» y que, como veremos mejor a continuación, se diferenciarían sustancialmente de eso que, en vez, yo defino como Alma.

    Emerge la existencia de diferentes tipos de seres humanos:
    1) Cuerpo con Mente.
    2) Cuerpo con Mente y Alma.
    3) Cuerpo con Mente y Espíritu, sin Alma.
    4) Cuerpo con Mente, Espíritu y Alma.
    Se vuelven así comprensibles, ciertos fenómenos que la Iglesia describe como «posesiones diabólicas», las cuales tendrían lugar cuando a una persona no le agrada la presencia dentro de sí, de un «Ser de Luz» parásito y negativo.

    ¿Teníamos acaso que ver con entidades más positivas en simbiosis con el Alma de quien la posee?

    ¿El Ser de Luz prefería quizás detenerse en los cuerpos de personas dotadas de Alma, porque de esa manera podía, por así decirlo, aprovechar la «energía» del Alma y no envejecer, siendo la matriz de puntos de luz privada de dimensión temporal, y por lo tanto eterna?

    ¡Sí, era justamente así!

    Todos estos seres quieren el Alma, porque son todos mortales y todos vienen a buscar al único lugar del Universo donde, según parece y tal vez por error, ella existe.

    Tenía una clara clave de lectura que parecía explicar todo, y era la primera vez en absoluto en la historia del estudio de estas fenomenologías.

    Esta explicación tenía el mérito de poner de acuerdo la física, la metafísica, el esoterismo y la historia de nuestro planeta.
  • 7 comentarios:

    1. fantastico, sin palabras, sobre todo cuando dice "entrevistar nuestra alma", muchas gracias por el articulo de verdad, saludos.

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    2. para mi es una de las mejores hipotesis sobre los alienigenas ......

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    3. será que buscan el gen caduci que ellos no tienen?

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    4. Impresionante!! Excelente artículo y muy clasificador para quienes tienen o han tenido infestaciones o posesiones diabólicas.

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    5. si buscan el gen que ellos no tienen

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